En el proceso de templado de resortes utilizando un horno de templado móvil , es crucial garantizar la estabilidad y confiabilidad del efecto de templado, lo que implica un control preciso y una consideración integral de múltiples factores. El control preciso de la temperatura de templado es crucial para obtener resultados de templado ideales. Las fluctuaciones de temperatura pueden provocar inestabilidad en el rendimiento del resorte. Por lo tanto, los hornos de templado móviles deben estar equipados con un sistema de control de temperatura de alta precisión para garantizar que la temperatura se pueda mantener constante durante el proceso de templado. Generalmente se consideran ideales temperaturas de templado entre 250 y 280°C. Sin embargo, esto no es absoluto y será necesario ajustar la temperatura específica según el tipo de material, el tamaño y las propiedades deseadas del resorte. Por ejemplo, con algunos resortes de aleación especial, es posible que se requieran temperaturas de templado más altas. La temperatura de templado adecuada puede mejorar significativamente la tenacidad y la vida útil del resorte mientras se mantiene cierta dureza y resistencia. Si la temperatura es demasiado baja, es posible que el resorte no alcance la dureza deseada; si la temperatura es demasiado alta, puede hacer que el resorte se ablande excesivamente, reduciendo su capacidad de carga.
El tiempo de templado estándar suele ser de 5 minutos, pero los resortes pequeños pueden requerir tiempos de mantenimiento más prolongados, hasta 20 minutos. Esto se debe a que los resortes más pequeños disipan el calor más rápido y tardan más en lograr un temperamento uniforme. La duración del tiempo de espera afecta directamente la estructura del grano y la distribución de tensiones dentro del resorte. Un tiempo de conservación del calor demasiado corto puede provocar un refinamiento insuficiente del grano, lo que afectará el efecto de templado; mientras que un tiempo de conservación del calor demasiado prolongado puede provocar que los granos crezcan excesivamente, reduciendo la fuerza y dureza del resorte. También es muy importante garantizar la uniformidad del tiempo de espera. Si el tiempo de retención es desigual, el efecto de templado de diferentes partes del resorte puede ser inconsistente, afectando así su rendimiento general.
Los resortes de diferentes materiales responden de manera diferente al templado. Por ejemplo, el diámetro exterior de los resortes de acero al carbono se contraerá durante el proceso de templado, por lo que es necesario reservar un cierto tamaño al enrollar el resorte. La composición química del material del resorte también afecta su efecto templado. Por ejemplo, la presencia de elementos de aleación puede aumentar significativamente la resistencia y la tenacidad de un resorte, pero también puede aumentar la dificultad de templarlo. El historial de tratamiento térmico previo del resorte (como la temperatura de enfriamiento y el método de enfriamiento) también puede afectar su efecto de templado. Por lo tanto, es necesario comprender y analizar completamente la historia del tratamiento térmico del resorte antes de templarlo.
La calidad de las materias primas es uno de los factores importantes que afectan el efecto de templado del resorte. Las materias primas de alta calidad tienen una composición química más uniforme y menos defectos, lo que facilita mejores resultados de templado. El método de procesamiento del resorte también afectará su efecto templado. Por ejemplo, los resortes estirados o laminados en frío pueden tener grandes tensiones internas antes del templado, que deben eliminarse mediante procesos de templado adecuados. La elección del proceso de templado y la configuración de los parámetros también tienen un impacto importante en el efecto de templado del resorte. La elección de la temperatura de enfriamiento y la velocidad de enfriamiento debe ajustarse según el tipo de material y las propiedades deseadas del resorte.
Mantener una atmósfera estable y uniforme en el horno de templado es crucial para obtener resultados de templado uniformes. Los componentes gaseosos como el oxígeno y el nitrógeno en la atmósfera del horno y sus proporciones afectarán el efecto de templado del resorte. Por lo tanto, la atmósfera en el horno debe controlarse estrictamente durante el proceso de templado. La forma en que se enfría después del templado también afecta el rendimiento del resorte. Por lo general, para enfriar se utiliza refrigeración por aire o agua. El enfriamiento por aire puede mantener la dureza del resorte, pero puede hacer que su dureza disminuya ligeramente; El enfriamiento con agua puede reducir rápidamente la temperatura del manantial, pero puede aumentar su fragilidad. Por lo tanto, es necesario considerar exhaustivamente los requisitos de rendimiento y las condiciones del proceso del resorte al seleccionar un método de enfriamiento.
Durante el proceso de templado se debe evitar el templado primaveral elevando la temperatura y acortando el tiempo. Aunque este enfoque puede acortar el ciclo de producción, puede provocar un rendimiento inestable del resorte. Durante el proceso de templado, se puede observar el cambio de color en la superficie del resorte para juzgar su efecto de templado. El color del templado está relacionado con la temperatura y los residuos en la superficie del alambre. El color desigual puede estar relacionado con la distribución de la temperatura o el flujo de aire dentro del horno. Si desea un color uniforme, debe gestionar el horno y los métodos de carga. Durante el proceso de templado, se deben registrar en detalle varios parámetros (como temperatura, tiempo, atmósfera, etc.) y los resultados de las pruebas de rendimiento del resorte. Mediante el análisis de estos datos, los parámetros del proceso de templado se pueden optimizar continuamente para mejorar la calidad y confiabilidad del resorte.